28 agosto 2008

Estoy limpia

Te deseo momentos de íntima soledad. Un reencuentro con la melancolía y la nostalgia. Te invadirán el dolor, la impotencia, la frustración. Ahora ya no son míos. Esa era tu mierda y te la devuelvo; te pertenece. Yo estoy limpia.

02 agosto 2008

No soy yo

A veces siento un impulso.
Estoy leyendo en la biblioteca, o en un bar, y me da una punzada en el vientre. Voy al servicio y cierro la puerta con pestillo. Me siento en la taza del váter y me quedo muy quieto, escuchando. Cuando estoy seguro de estar solo, cago. Un calor sube por mis pantorrillas, me recorre el espinazo, el cuello, las sienes y las orejas, hasta la coronilla. Mis labios palpitan. Huelo. Me da gusto. Me limpio y tiro de la cadena. Me quedo un rato ahí, sentado, alerta. Cuando alguien entra en los urinarios, me empiezo a tocar. Masajeo mi pene y pienso en el tío que está meando, creo que me oye. Me excito. Si veo que voy a correrme, paro. Espero que salga y luego salgo yo.
Estoy en la calle. No pienso en nada. Es de puta madre. La tensión me arrastra. Camino como un autómata, espero no encontrarme con nadie conocido. Al llegar es de noche y el aire es fresco. Hay humedad y huele a tierra. Recorro los caminos y cruzo miradas. Fumo compulsivamente mientras busco. Compruebo que mi pene está erecto. Luego todo va rápido y los recuerdos se difuminan. Con las manos agarro una cabeza. Noto el pelo entre los dedos. Atrás, adelante. Cierro los ojos. Siento mucho placer. Está todo oscuro. Quiero irme pero no puedo. No puedo. Un líquido espeso y caliente sale de mí. No es mío.
No soy yo.