La primavera está asomando tímidamente la nariz en la ciudad condal. Por fin. Por favor que termine este invierno interminable. Estoy de interiores. Recobrando el sosiego interno necesario para seguir andando. No para cambiar, sino para transformarme. Hay cosas mías que no quiero que cambien. Pero sí quiero que otras se transformen. Me gusta perspectivarme. Abordarme, sentirme y vivirme de forma poliédrica. Saber que en cualquier momento puedo volver atrás y decidir no hacerlo. Es mi ser-en-el-mundo, lo que me funciona. Unos días más y otros menos.
EL PLACER DE LA LECTURA
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Es un privilegio ser la primera ilustradora que ha creado la nueva imagen
del proyecto “Biblioteca Ilustrada” iniciativa de la
Biblioteca Rafael A...
Hace 3 años