23 abril 2009

Golondrina

Ha pasado volando, rauda como una centella, una golondrina. Iba piando como una loca, batiendo sus alas negras con fuerza, siguiendo la dirección de los campos en busca del alerón de un tejado donde construir su nido. Por aquí decimos que "una oreneta no fa estiu". El verano aún queda lejos.
Las golondrinas solían volar por el cielo egipcio. Durante el Imperio Antiguo se las asoció con las estrellas y con el alma de los muertos. En el Libro de los Muertos hay unas instrucciones que se le dan al difunto para convertirse en golondrina, y en el Texto de las Pirámides el faraón describe cómo él se fue a la gran isla en medio de los Campos de Ofrendas en que las golondrinas se posan; las golondrinas son las eternas estrellas. También aparecieron retratadas en pinturas que mostraban el barco solar entrando en el bajo mundo; su presencia en la proa anunciaba la llegada del sol. Y en las poesías egipcias, la golondrina simboliza el comienzo de un nuevo amor.