25 mayo 2009

Heroína

He pasado gran parte del día mirando la calle. Observando la vida a través de la ventana, la gente yendo y viniendo, los cambios de luz. No estaba concentrada para escribir, necesitaba pensar. No hacer nada, sólo ver el mundo pasar. El día ha empezado nublado, luego ha llovido, por la tarde ha salido el sol, hay neblina y mucha humedad. Me pregunto qué me pasa, el porqué de esta extrañeza, de este desasosiego. Algo se jodió en algún momento, hace mucho tiempo. Lo demás ha sido un encadenamiento de malas decisiones y despropósitos. Una confusión total. Por qué tanta soledad, por qué no entro en los cánones de lo amable, de lo deseable. Por qué yo tampoco deseo lo normal. Por qué me siento tan desmotivada, con tan pocas ganas de nada. Si por lo menos hubiera alguien afín en quien poder acurrucarme, que me comprendiera en lo más íntimo, que me viera hasta el tuétano. Tengo la sensación de ser invisible, o de que los demás ven sólo aquella parte de mí que aporta algo a sus vidas. Como una mercantilización de mí, un objeto de consumo para el otro que en verdad no me ve. A veces me entran ganas de chutarme heroína directamente en vena para salir de esta dimensión que es como una cárcel. Pero desde niña he visto muchos yonquis de cerca y sé que ni siquiera ahí está la salvación.

1 comentario:

Unknown dijo...

Y la mala leche, la mezquindad, las relaciones líquidas, ni siquiera me basta recomponerme cada noche porque por la mañana me vuelvo a romper y voy recogiendo pedazos el resto del día tranquilamente.
Escribir. Un psicotrópico . A quien?.
Si las musas se volvieron idiotas y no hay más lector ideal que el imaginado. Como no hay más cómplice, que el que llevamos dentro.
Invisible porque quiero. Porque siendo visible, no veo a nadie.
Heroína, para qué?. Si hasta para morirse se necesita “voluntad”, como dijo el filósofo.
Y como me exilié de este mundo y ya no trabajo para él: “otium cum dignitate”
Mis primeros saludos, querida.
Carlota Buff.